En el artículo de esta semana abordo esta interesante cuestión que nos lleva a establecer las diferencias entre práctica formal y práctica informal.

En mindfulness, hay dos formas de practicar:

 

La práctica formal:

5 pasos para meditar en casa y evitar el estres

 

Nos exige un tiempo, el tiempo que dedicamos a sentarnos a meditar de manera programada y con una intención muy clara de introspección, de llegar a nuestro CENTRO, a nuestro SER, de contactar contigo mismo, de apartarse temporalmente del mundanal ruido. Gracias al tiempo que dedicamos a meditar, obtenemos los beneficios de “vivir en modo mindfulness”, los beneficios son proporcionales al tiempo de práctica, y poco a poco vamos sintiendo que nuestra vida cambia de color.

Nuestro cerebro cambia. Gracias a la neuroplasticidad cerebral generamos conexiones neuronales nuevas, vías nuevas que nos permiten sentir y hacer de forma diferente. Necesitamos un mínimo de 8 semanas de meditación formal para cambiar reacciones automáticas por respuestas acordes a nuestros valores.

Puedes leer mi post: “6 básicos para aprender a meditar” donde te explico de manera práctica los imprescindibles para aprender a meditar.

 

La práctica informal:

 

mujer feliz estar bien getty MUJIMA20130529 0019 29

Para ello no necesitamos sentarnos a meditar específicamente. Meditación tras meditación, entrenamos nuestra mente para nuestro beneficio y aprendemos un nuevo estilo de vida. Cultivamos una nueva forma de vida en la cual nos sentimos presentes en cada momento, estamos atentos a todo, nos damos cuenta de lo que hay en nuestro entorno y de lo que pasa por nuestra mente. Vivimos cada detalle y nos sentimos vivos. Nos sentimos alegres independientemente de nuestras circunstancias, este sentimiento es lo que según las filosofías orientales nos acerca más a la felicidad.

 

Por lo tanto y volviendo al tema del post, el mindfulness en casa se practica primero sentándote a meditar y segundo estando presente y atento en tu vida, por ejemplo a la hora de comer ocúpate en degustar lo que comes, cuando cocines pon los 5 sentidos en los colores, olores.., al ducharte vive el agua caliente y huele el gel, procura trabajar completamente concentrado, y al estudiar lo mismo, juega con tus hijos y conviértete en niño de nuevo, e incluso a la hora de limpiar o planchar puedes ver como las tareas que te resultan más ingratas adquieren un nuevo sentido hechas con atención plena o mindfulness.

 

Puede que estuvieras acostumbrado a vivir tu vida muy deprisa, alocadamente y sin prestar atención a lo que sientes, dices o haces, esta forma de vida se llama vivir en piloto automático y así precisamente lo que te pierdes es la vida.

 

¡Te animo a que comiences con el mindfulness, para ver como tu vida cambia de color!

Aprende mindfulness aquí: CURSO SUPERA TU ESTRÉS CON MINDFULNESS 


 

Un fuerte abrazo de Teresa.
Bióloga molecular. Curso Universitario Psicología clínica.
Experta en Mindfulness. (Itinerario formativo profesor MBSR Universidad Massachusetts)