En la publicación de hoy quiero contarte como con una simple práctica de respiración o pranayama los niños se relajan y equilibran tanto física como mentalmente.
Te he preparado un video de 1 MINUTO para que veas como se ejecuta y puedas ponerlo en marcha con tus hijos desde ya.
Los niños comprenden la conexión entre cuerpo- respiración y mente, de forma instintiva.
Todos hemos sentido alguna vez como una respiración profunda nos puede transportar a la calma, en la exhalación lenta, suave y completa se activa el sistema nervioso parasimpático, liberándose los neurotransmisores por el cuerpo y cerebro que nos aportan calma, relajación y bienestar (I).
En el inicio de las prácticas de meditación, o antes las posturas o asanas de yoga, los niños realizan unas cuantas respiraciones abdominales, normalmente entre 5 y 10, pues ayudan a que el niño se concentre y se relaje. Ambos aspectos son importantes para iniciar las meditaciones y obtener todos los beneficios.
Es muy sencilla: lo más pequeños se colocan encima del vientre un peluche o un cojín, el cual han de verlo moverse hacia arriba y hacia abajo y los más mayores pueden ponerse la mano sobre su abdomen. En la inhalación han de dirigir el aire hacia el abdomen, y observar como las manos o el peluche suben. Y en la exhalación que ha de ser suave, lenta y completa, las manos o el peluche bajan.
(I) Hanson, R. Mendius, R. El cerebro de buda. La neurociencia de la felicidad, el amor y la sabiduría. Santander (2016). Editorial milrazones. Pag 85-88.
Un fuerte abrazo de Teresa.
Bióloga molecular. Curso Universitario Psicología clínica.
Experta en Mindfulness. (Itinerario formativo profesor MBSR Universidad Massachusetts)