A medida que conectamos con nosotros mismos gracias al mindfulness, conectamos con nuestra bondad, generosidad, paciencia y esto se va manifestando en la capacidad de estar feliz, contentos y sentir gozo.

 

En definitiva: “APRENDEMOS A AMARNOS DE VERDAD”

Cuando no somos conscientes, y vivimos la vida deprisa inmersos en nuestros automatismos, la mente humana nos complica la existencia, en estado de reposo busca automáticamente problemas en el pasado (remordimientos, culpas), y anticipa problemas en el futuro lo que nos genera mucha ansiedad.

Esta actividad automática es buena para la supervivencia porque nos hace estar alerta, pero no es adecuada para sentirnos felices.

Con mindfulness aprendemos a vivir más pacíficamente:

Nos conocemos, nos queremos y nos cuidamos. Así mismo hacemos lo mismo con el prójimo. Esto se llama Autocompasión y Compasión.

La autocompasión es darnos a nosotros mismos el mismo cuidado, consuelo y serenidad que de forma habitual hacemos llegar a quienes queremos cuando están sufriendo, cuando fracasan o cuando se sienten inadecuados.

Es una llamada al cuidado de uno mismo, es autorespeto.

Todo lo que es difícil dentro de nosotros, en el sentido último lo que desea es nuestro amor.

A continuación comparto un poema de Charles Chaplin: “Saber Vivir” que transmite maravillosamente lo que la meditación mindfulness puede cultivar en tí.

 

Cuando me amé de verdad:

"Cuando me amé de verdad

comprendí que en cualquier circunstancia,

yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta,

y en el momento exacto, y entonces, pude relajarme.

Hoy sé que eso tiene un nombre…Autoestima.

Cuando me amé de verdad,

pude percibir que mi angustia,

y mi sufrimiento emocional, no es sino una señal

de que voy contra mis propias verdades.

Hoy sé que eso es… Autenticidad.

Cuando me amé de verdad,

dejé de desear que mi vida fuera diferente,

y comencé a aceptar todo lo que acontece,

y que contribuye a mi crecimiento.

Hoy eso se llama… Madurez.

Cuando me amé de verdad,

comencé a percibir que es ofensivo tratar de forzar alguna situación, o persona,

sólo para realizar aquello que deseo, aun sabiendo que no es el momento,

o la persona no está preparada, inclusive yo mismo.

Hoy sé que el nombre de eso es… Respeto.

Cuando me amé de verdad,

comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable:

personas, situaciones y cualquier cosa

que me empujara hacia abajo.

De inicio mi razón llamó a esa actitud egoísmo.

Hoy se llama… Amor Propio.

Cuando me amé de verdad,

dejé de temer al tiempo libre

y desistí de hacer grandes planes,

abandoné los mega-proyectos de futuro.

Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta,

cuando quiero, y a mi propio ritmo.

Hoy sé que eso es… Simplicidad y Sencillez.

Cuando me amé de verdad,

desistí de querer tener siempre la razón,

y así erré menos veces.

Hoy descubrí que eso es… Humildad.

Cuando me amé de verdad,

desistí de quedarme reviviendo el pasado,

y preocupándome por el futuro.

Ahora, me mantengo en el presente,

que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez.

Y eso se llama… Plenitud.

Cuando me amé de verdad,

percibí que mi mente puede atormentarme y decepcionarme.

Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,

ella tiene una gran y valioso aliado.

Todo eso es… Saber Vivir.

No debemos tener miedo de cuestionarnos,

de hecho hasta los planetas chocan,

y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas."

–Charles Chaplin.

Simplemente maravilloso!

Espero que te inspire tanto como a mí.

 

Un fuerte abrazo de Teresa.

Bióloga molecular. Curso Universitario Psicología clínica.

Profesora de Mindfulness – MBSR Fundamentals por la Universidad Massachusetts y Brown.